Últimamente estoy cambiando demasiado. No se por que. ¿Estoy madurando? No lo se. Lo que se es que no me gusta.
Antes era la persona que más odiaba la lluvia, no la soportaba. Ahora estoy deseando que llueva, que haga frío. Era la típica chica, que cuando veía un espejo en alguna parte se paraba, se miraba, incluso se hacia alguna foto. ¿Ahora? No me apetece ni hacerme fotos, ni mirarme en los espejos.
Mi vida se resume en llegar a casa, hacer ejercicio, estudiar y dormir. No hago más. No me apetece hacer más.
Es que, ¿dónde está la ilusión? Decirme donde está, porque hace tiempo que no la encuentro por ninguna parte. Quiero ilusionarme, cual niño pequeño en el día de Reyes. Quiero salir de aquí. Irme lejos. Empezar algo nuevo. Conocer gente nueva. Cerrar el libro que voy viviendo día a día y comenzar otro nuevo, que me traiga historias que valgan la pena, y me hagan valorar verdaderamente mi vida.
En tardes como estas es cuando me doy cuenta de las cosas. Me pongo a pensar, y la mayoría de las veces salgo mal parada. Y lo mejor es que, ¿alguien se da cuenta? Exacto. Nadie. Todos están ocupados pensando en 'que me voy a poner hoy' o 'a quien me puedo follar hoy'. ¿Realmente esas personas son felices? Porque si lo son, que me digan como lo hacen. Que me digan como pasarme este ''juego'' que llamamos vida, porque me he quedado estancada. Que me digan si hacerle caso a la razón o al corazón, porque haga lo que haga estoy perdida.
Quizás si le hubiera hecho caso a la razón ahora mismo no estaría así. Tenía a la persona perfecta, me comprendía, me apoyaba, me quería, pero sobretodo 'aceptaba', por decirlo de algún modo, mis errores. Nada mas que nos separaba una pequeña palabra. La distancia. Una palabra de 306 kilómetros.
Pero luego llegó el corazón. Cuando una persona está lejos, por mucho que la quieras o te quiera, no te llena. Entonces, ocurre. Alguien 'mejor', solo por el simple echo de que mueve cielo y tierra por verte, aparece. ¿Pero que pasa? Que la señora distancia, está en todos los fregaos'. Y allí estaba. Pero a mi no me importó. Hice caso al corazón. Y salió mal la jugada. Ahora, perdí a ambos. Por no escuchar a la razón, y creerme al corazón.
A base de golpes una aprende, o se acostumbra. Aprende que no hay que creerse lo primero que te dicen. O se acostumbra, por que si ya todo está mal, ¿que mas puede pasar? Dicen que una vez tocas fondo, solo te queda ir hacia arriba, porque más hacia abajo es imposible ir.
Y déjame decirte que si te toca elegir entre razón o corazón, hagas una mezcla. Ninguna de las dos solas tiene nada bueno que darte.
Siempre acabo hablando de lo mismo. Pero es que cuando todos los sentimientos que tengo crecen, exploto. Y de alguna manera he de desahogarme. ¿Y que mejor forma que hacerlo por aquí?
Al principio no me convencía mucho la idea, por miedo a quien me pudiera leer. Pero ahora la verdad es que me da igual. Quien me lea y le guste bien, y a quien no también. Cada uno tiene pensamientos muy diferentes.
Hablando de pensamientos, ¿cuantas veces habéis tenido una pregunta en la cabeza, que no sabíais como responder o simplemente, no queríais responder por miedo a la respuesta? Me paso los días pensando '¿Volverá?', '¿Como será?'. Ni lo sé, ni quiero saberlo. Tengo miedo a que la respuesta pueda ser un no, o un a lo mejor. Todos sabemos que los 'a lo mejor' acaban siendo un no. No puedo dejar de pensar en esa pregunta. Pero lo peor de todo, es que no puedo hacer nada al respecto. Estoy aquí, sentada, frente a la pantalla, desahogándome, inmóvil mientras la situación me va quemando poco a poco.
Y por último quiero dejaros una reflexión que me suele ayudar bastante:
''Voy a decirte algo que tú ya sabes. El mundo no es todo alegría y color, es un lugar terrible, y por muy duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si no se lo impides. Ni tu, ni yo, ni nadie golpea más fuerte que la vida. Pero no importa lo fuerte que golpeas, si no lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar. Así es como se gana. Si tu sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes. Y no puedes estar diciendo que no estás donde querías llegar por culpa de el, de ella, ni de nadie. Eso lo hacen los cobardes, y tu no lo eres. Tu eres capaz de todo.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario